Durante un incendio, no se requiere ninguna acción manual para operar los registros de fuego automáticos. Ellos responderán automáticamente a cambios de temperatura, humo o fuego. Cuando se activan, el mecanismo de cierre del registro se bloquea, sellando la abertura del conducto y evitando que las llamas y el humo escapen. En una propiedad comercial, los ductos de ventilación no deben servir como medio de transmisión de fuego, por lo que estos registros deben ser parte del sistema de protección contra incendios. Equipados con componentes confiables y fabricados con materiales resistentes al fuego, estos registros de fuego automáticos mejoran considerablemente la seguridad de edificios comerciales, industriales o incluso residenciales.